Vivencias, Stories and Life

La Pérdida de un Bebé

Lydia Nevárez

Hola, send me a text

Un dolor que se vive muchas veces en soledad: la perdida de un bebé que no llego a nacer! 
El consuelo de nuestra fé, y que la Iglesia católica nos da, cuando sufrimos la pérdida de un bebé en nuestro vientre. 

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Contact me: Lydia@simplenatural.org



Lydia Nevárez
Hoy tenemos un invitado muy especial y muy querido. 

Él es el Padre Alfonso Guevara y va a estar hoy con nosotros dándonos esa compañía y ese consuelo que la Iglesia nos da cuándo sufrimos la pérdida de un bebé, en nuestro vientre.  Es un proceso muy difícil de vivir y a veces ni siquiera nuestros familiares se enteran porque la mayoría de estas pérdidas ocurren en las primeras semanas del embarazo. 

Todas las madres reaccionamos de una manera diferente -creo yo. Pero nos une una sola cosa que es eso es una pérdida, es una vida que ya no va a seguir. Entonces nos deja, personalmente a mí una sensación de algo vacío. 

Entonces esto sucede a veces en la intimidad del hogar, a veces sucede en las clínicas.

Entonces yo, con mucha esperanza, hace un par de días pensé en el Padre Alfonso Guevara porque… 

el acercarnos a la Iglesia en estos momentos, a lo que nos dice la Iglesia, yo creo que es muy importante porque no es bueno estar solos, porque realmente cuando se pierde la vida de alguien y en este caso un bebé, tenemos un duelo y a veces ese duelo no se vive completamente porque no se hacen funerales, porque la gente no se entera. A veces porque es como si no hubiera existido, porque los demás no se dieron cuenta, pero nosotros sabemos que ya no está aquí y que ya no está en este mundo. Y he escuchado de algunas madres que por mucho tiempo después, cuando pierden a sus bebés, se imaginan a los a los niños, a los bebés que van en la calle o así estaría de esa edad. A mí me pasó también por muchos años. A veces hasta me imaginaba que estaba acostadito junto a mí. Cuando yo perdí a mi bebé, a veces mi cuerpo extrañaba, como que mi cuerpo ya sabía que debería de estar allí durmiendo entre mi esposo y yo.  Creo que sufrimos un proceso de duelo de diferente manera.

Muchas veces, los maridos no nos comprenden, no entienden exactamente como ayudarnos. A veces las mujeres nos ayudamos mejor, la una a la otra, especialmente cuando ya lo hemos vivido. 

Y quiero ahorita hacer una pausa para… para darles mi sentir, -lo siento mucho! por todas las que hemos vivido esto, por las que lo acaban de pasar, por aquellos bebes que se perdieron hace muchos años y que quizá no tuvimos la oportunidad de reconocerlo.

Entonces todas vivimos el duelo de diferente manera con la pérdida de un bebé que no llegó a nacer, o también de un bebé que nació y duró muy poco tiempo con nosotros o con un bebé que al momento de nacer se va, los que duran pocas horas, pocos días o semanas o los que perdimos en las primeras semanas de gestación. 

Entonces, de qué manera podemos nosotros estar con esa mujer? Creo yo que darle la compañía de diferentes maneras, no nada más con apoyo emocional, apoyo de cuidado médico, de seguimiento de citas, de todo esto, sino creo que también el poder dirigirlas a que encuentren un consuelo en su fe. Yo creo que es muy importante. 

Qué es lo que nos dice en la iglesia? especialmente de los bebés que no llegaron a nacer?



Padre Alfonso Guevara♱
Es como sacerdote. Es un privilegio de que las familias o la mujer ponen todo su futuro en el presente del embarazo, es un momento difícil, me imagino van a llega a pedir una bendición o una explicación si se ha perdido su bebé. Y cómo estaba haciendo muchas circunstancias, diferentes circunstancias. Hay muchas razones, pero imagino yo, de gran expectaciones, pero también de temores que después cuando ocurre una muerte no esperada en el vientre de la madre o después que el niño ha nacido, pues son cosas tan profundas, tan grandes, que es fácil que la mamá o aún la pareja sientan un sentido de de confusión, de caos, de sentirse que pasó? un vacío. Y entonces no es que la Iglesia o el sacerdote pueda decir algo mágico. Lo que el sacerdote tiene que estar consciente es en el dolor que se está viviendo.

Y si usted tiene la gran dicha de tener un esposo que la ama y la procura, los dos pueden compartir ese dolor que hace una gran ventaja, pero no borra el dolor que se siente por la pérdida de un niño o de una niña, o cuando hay más que una vida que se pierde si se pierden dos niños o dos criaturas o tres. El dolor es más fuerte, pero la Iglesia siempre está consciente de que hay una esperanza que encontramos en Cristo, porque cuando el niño o la niña es concebido en el vientre de su madre, desde ese momento recibe una alma que está destinada para estar con Dios para siempre. A Dios le damos a nuestra persona, porque nosotros somos la imagen y semejanza de Dios. Nuestra dignidad viene de ser algo que viene a ser una realidad, un ser humano en el vientre de la madre por la relación conyugal de los esposos, es algo bien sagrado y desde ese momento comienza a existir un ser humano en el vientre de la mamá. Es el inicio de la vida. 

Entonces por eso quería decirles que si ustedes tienen alguien que conocen, o ustedes mismas están embarazadas, tan pronto que ustedes pueden comenzar a hablarle al niño de lo hermoso que es y de cualquier otra afirmación que ustedes platiquen con ese bebe que va en su vientre. Pueden ustedes bendecir a su bebé si en el momento que se dan cuenta que están esperando. Que reciba el bebé la bendición de la mamá, pero también la bendición del papá. 

Ahora, una de las cosas muy hermosas que ocurren después de la misa que vienen la familia a la misa y obviamente la señora está esperando un bebé y me hace una pregunta: Padre, me pueden bendecir a mi bebé?  que es una de las cosas más hermosas que podemos como sacerdotes celebrar después de la misa, donde hemos celebrado la pasión, muerte y resurrección de Cristo y nos llenamos con gusto y gozo porque Dios está con nosotros aquí en este mundo de salir de ese evento, en encontrar la familia o la mamá pidiendo una bendición para ese bebé. Es algo tan grande, tan grande! que las mamás quieren que toque su pancita donde está el bebé y es una gran, gran sacramento por decirlo así. Para nosotros este los sacerdotes de estar cerquita acompañando a esta mamá y si vienen como familia con su esposo y los otros niños en una acción de gracias, entonces decir que está comenzando a vivir o que ya lleva su tiempo en estar formando parte de la familia, por decirlo así, es algo muy hermoso.

Bueno, pero el tema de que estamos tocando ahora es que es lo que pasa cuando el bebé muere. Qué es lo que dice la iglesia? Bueno, hay una cosa que puede ser un poco difícil, porque nosotros en nuestra enseñanza doctrinal decimos que para tener la salvación tenemos que tener el bautismo. 

Ahora, hay muchas personas, hay niños y personas que nunca reciben el bautismo. Y qué vamos a decir de Dios? Que cuando esa persona muere, ya de adulta o un niño en el vientre de su madre, que porque no fue bautizado no va a poder ver la cara de Dios? 

Hay una cosa que existe dentro de la iglesia es que la Iglesia oye y escucha con profundo respeto y amor lo que la gente en común a través de las generaciones piensan de las cosas que son profundas como es, contestar la pregunta -A dónde está el niño o la niña que ha muerto? A dónde está? 

Más Antes se hablaba mucho del lugar que los niños no bautizados iban al limbo por decir que no eran condenados al infierno porque nunca pecaron, pero tampoco iban a entrar al cielo porque no eran bautizados como la gente en la grandeza de su amor a su familia y a Dios. Piensa que está con Dios. Qué más? Me acuerdo siempre de la celebración que celebramos en la Navidad después de la Navidad, que es el día de los Santos Inocentes. Estos niños nunca fueron bautizados, nunca reconocieron ni sus padres al Mesías y fueron masacrados Fueron mártires. A veces se puede pensar de un niño, por ejemplo, abortado como un mártir, o un niño que sufrió porque por circunstancias de, no se cuido bien la mamá o era muy pobre y no hubo bastante alimento o nutrición para que esa criaturita se desarrollara normalmente. Entonces Dios se encarga de todas estas cosas. El niño tiene, el niño, la niña tiene una alma inmortal, no puede morir!

Y  el niño está con Dios, -no como un angelito, porque mucha gente en su en su simplicidad dice vas a tener un angelito: el niño murió, pero ahora es un ángel. 
Bueno, la intención es buena, pero es incorrecta, porque un ángel no tiene cuerpo. Los ángeles son espíritus, verdad? Los niños tienen un cuerpo y un alma. Son físicos. Sí, son corporales. Pero también hay una parte divina en ellos que es el alma sí? esos niños, si quieres decirles que tienes un santo con Dios en la gloria con Dios! Sí, ahora esos niños a través de la vida, de la familia, de la mamá, del papá de sus hermanitos, ese ese niño o niña en el cielo, va a acompañar a su familia en el cielo. Y es por eso que desde la tierra la familia debe acompañar al niño en el cielo. Entonces el niño o la niña en el cielo ora por nosotros, y nosotros oramos por ellos, que rece por nosotros, que nos cuide. 

Ahora, un detalle que es muy importante para una persona que tiene aborto, por divina Providencia hacemos retiros de personas que han aceptado participado en un aborto y esos retiros son no solamente para la mujer que tuvo un aborto, pero también por los hombres también que o demandaron que abortara al niño o que no, no lo declararon y defendieron la vida del niño y hubo un aborto. Eso en sí mismo es un trauma tremendo, porque hay un consentimiento de parte de la madre, aunque en veces es un consentimiento forzado. Quizás es el papá o la mamá que que por no escandalizar a la sociedad es un error pensar de esa manera, qué va a pensar el sacerdote o qué va a pensar el grupo de oración? Eso no debe determinar que va a tener el bebé o no, pero como quieran, son detalles que en veces causan a las personas ir a a abortar su niña o su niño. 

El retiro que hacemos se habla también del niño o de la niña. Si, y les casamos después de ellos. Compartir este dolor, porque el dolor siempre se ha sentido, pero no se puede expresar, porque cuando un niño o una niña es abortada, no hay un cuerpo que se venera, no hay un momento donde la gente pueda estar físicamente con la mamá o la familia. No Pueden dar el pésame a la familia o con la mujer, entonces es algo que la mujer pasa muchas veces en el aborto sola y cómo está haciendo Lidia que cuando ocurre esto en los hospitales o en las clínicas, la mujer está sola en esa experiencia, y es algo muy, muy difícil y doloroso. Y en un retiro donde también tenemos personas que no es que abortaron con propósito, pero hubo un aborto natural, también pueden hacer ese retiro. Se llama Retiro del Viñedo de Raquel, pueden también hacer este retiro donde se llega a hablar del bebe, si? del bebé que está allí, nos imaginamos pidiendo por su mama, que se siente tan culpable. Las personas que tuvieron consintieron al aborto y se sintieron tan mal porque hicieron eso en su juventud  y siempre se ha sentido culpable. Es durante el retiro, se comienzan a entender el proceso de llegar. Llegaron a esa decisión. Pero cómo tratarlo ahora? Ahora ese niño ha rogado desde fue abortado. Esa niña niño que está con Dios, está rogando que su mamá, su papá lo reconozcan y entren en una relación con él o ella.  Durante ese tiempo, que si no han hecho esto, que no le han puesto un nombre al niñito o la niñita que fue abortado, o que murió antes del nacimiento normal que le den un nombre y que en ese nombre ellos consideran que el niño o la niña está con Dios y que el niño si fue un aborto así, consciente que está ansioso de decirle a mamá y a papá, yo les perdono, mamita mía, yo te quiero mucho. Y yo estaba muy triste porque tú no me conocías tan bien como ahora me conoces. Yo quiero estar con mis hermanitos ahora y quiero que ellos me conozcan también. Y entonces se hace una oración donde se excluye todo la familia y hay una celebración de familia, del niño que no nació  verdad? y la familia que quizás todos hablaron de ese, ese niño, esa niña. Y entonces comienza de una manera profunda o más profunda, comienza una sanación y una celebración de familias que han pasado por esto y han podido tener la asistencia de la iglesia. 

En estos retiros comienzan a ser personas que hablan de un modo muy positivo y con mucho amor a las personas que pierden sus bebés por razones naturales, o aún personas, mujeres que han tenido un aborto. o una mujer que ha perdido su niño o niña. Sea por razones naturales o por un aborto, y ha tratado esto en la luz de Dios, en la luz de la misericordia de Dios, el amor de Dios. Si ellas pueden hacer tanto bien a esas hermanas que pasan por lo que ellas pasaron. 

Ningún sacerdote puede hacer esa clase de ministerio tan profundo y tan conocedor la persona que escucho el corazón que llora, la pérdida de bebé o de bebesita. 

Por eso es que todos los que han sentido esa pérdida que sepan que el Señor está con ustedes y que los ama muchísimo. Y un día ustedes van a ver a ese niño y ese niño con esos ojos tuyos, o quizás de tu esposo sí?, con esa sonrisa, con esa risa y van a ver que siempre estuvieron juntos y que Dios es grande, es mucho más grande de lo que podamos entender, de lo que somos nosotros, hechura de Dios, creados a imagen y semejanza de Dios y por eso podemos comenzar a levantar la cabeza de la tristeza al consuelo, a la alegría, que todo el que está en el Señor está en Dios y Dios está en ellos. 

Por eso te damos gracias, Señor, porque nos amas y nos consuela. Bendito seas Tú, Señor, por todos los niños no nacidos, por aborto o por causas naturales, que están ansiosos por decirlo así, para que nosotros, en la tierra comprendamos que Dios es amor y que no se excluye a nadie del amor de Dios ni aquí en la tierra, mucho menos en el cielo. 

Bendito seas tú, Señor, porque es grande tu misericordia y tu amor es tierno, Señor, y eres manso y te revelas como un corderito que quita el pecado del mundo. Recordamos cada domingo o cada vez que celebramos la Misa. Es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y también que quita el dolor de nuestras penas y sufrimientos, porque lo llevó todo, todo a la cruz, donde por medio de su muerte y después de su resurrección, renacemos para la vida eterna. Señor, ayúdanos a recordar que en nuestra trayectoria en la tierra, es estar contigo en el Paraíso, con toda nuestra familia, para alabarte, bendecirte por el resto de toda la eternidad. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 

Dios los bendiga. 

Muchas gracias. Y estas fueron las palabras del Padre Alfonso Guevara♰,  de la Iglesia de San Juan Bautista en San Juan, Texas de la Diócesis de Brownsville. 


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